Legumbre de lo cotidiano
Nunca volví a ver la casa del bosque.
La miró a los ojos y escupió. Se sentía asqueado
del azar y otros placeres movedizos.
Sin duda alguna, la lechuga era su plato favorito
y la chica de los ojos casi rasgados como pomas de galleta:
¡Cuidado!
El soplo de las pestañas recogidas en dos lazos.
Volvió a golpearse con la farola.
Ciertas medias caóticas con nombre de reina judía.
El perro, ese animal tan noble.
Érase una vez.
Álex Duque y Oscar Sáenz
1 comentario:
Gracias por tu comentario.
Mi blog parece de broma, nunca nadie me escribe, ni siquiera sé quien lo mira. Se agradece tu comentario jeje
el tuyo veo que muy interesante..musica clásica, blogs con sentido y bien escritos (no como el mio XD)
Si, vivo en Badalona. Pero apenas salgo por aqui, casi siempre estoy en el centro de Barna.
Un beso
Publicar un comentario